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miércoles, 19 de junio de 2019

El Santo y Blue Demon vs Ray Mendoza y Enrique Vera, Santo y Blue Demon contra el Dr. Frankenstein (1973)




Como hemos comentado en anteriores posts, el personaje de Blue Demon ha revivido en 2019, puesto que CMLL le dedicó una de sus funciones anuales más importantes, Homenaje a Dos Leyendas. Por su parte, su heredero, Blue Demon Jr, estará en la lucha estelar de TripleManía 26, poniendo su máscara y su carrera en juego ante Dr Wagner Jr.

Cerramos el especial sobre Ble Demon que comenzamos en su día, con una tercera lucha de El Manotas. Como dijimos en su día, no hay muchas luchas suyas en Internet, dada la antigüedad de las mismas, pero, al convertirse en una estrella de cine, podemos verle en acción en distintas películas.

La lucha que comentamos hoy tiene lugar en la película Santo y Blue Demon contra el Dr. Frankenstein, del año 1973. De nuevo, es una película de aventuras, que pretende tener algunos toques de acción, y a la que le pesan bastante los años, pero que es bastante entretenida si uno la ve con los ojos adecuados, como un elemento cultura genuino, hijo de un país y una época muy concretos.

El caso es que unos científicos taimados, con intenciones aviesas, están secuestrando mujeres, para someterlas a extraños experimentos. Pero estas fallecen durante las intervenciones, tan solo para despertar como zombis y atacar a los que alguna vez fueron sus seres queridos. Los doctores estiman que necesitan el cuerpo de alguien más resistente, y encuentran a ese alguien, viendo las luchas por televisión. Santo y Demon hacen pareja, para enfrentarse a Ray Mendoza y Enrique Vera. 

Mendoza y Vera son dos grandes rudos de la época, que, efectivamente, hicieron pareja muchas veces. Ray es el patriarca de la Dinastía Imperial, padre de los cinco Villanos, mientras que Vera es el único superviviente actualmente Llegaría a ser una leyenda también, conocido como El Leon de Occidente, puesto que procedía del estado de Jalisco, pero por entonces, sólo tenía 5 años de experiencia como luchador.

La lucha está casi completa, y es, verdaderamente, un combate de wrestling de principio a fin. Eso sí, está vez, hay efectos técnicos que lo mancillan: está puesto a cámara rápida, para que parezca más dinámico, y se usan sonidos para recalcar los golpes. No obstante esto, se puede llevar a cabo una abstracción, para estimar lo que la lucha es en sí misma.

El combate durará unos 8 minutos, pero, a la velocidad normal, seguramente superaría los 12. Los héroes enmascarados dominan de principio a fin la primera caída, demostrando todo su poder. Se llevan la victoria, gracias a La de a Caballo del Santo, y el Tope del Demon.

Entre el público, hay una chica mirando, una amiga de los técnicos. Esta chica, sonríe cuando van ganando, y pone cara de póquer, cuando los rudos se llevan la segunda caída. Gran actuación.

Mendoza y Vera empatan la contienda, cuando usan la estrategia del montonero, forzando situaciones de dos contra uno. En la tercera, los héroes enmascarados demuestran que no sólo pueden brawlear como los mejores, como hicieron en la primera caída, sino que también pueden ponerse técnicos. La habilidad de los dos se pone de manifiesto en estos combates. Cuando Demon sufre por el ataque combinado de los malos, Santo acude en su ayuda. Los enmascarados hacen que los rudos se choquen el uno contra el otro, para, posteriormente, provocar la rendición de ambos con dos llaves.

Esas llaves no son sus movimientos habituales. Ellos mismos comentan a la chica que se las enseñó su fallecido padre. La película continúa con aventuras y desventuras, y termina con una lucha mano a mano entre Santo y el gigante Mortis, ser de gran poder que forma parte de la conspiración principal de la cinta, y que es harina de otro costal.

Puntuación: **3/4

domingo, 19 de mayo de 2019

Blue Demon y El Santo vs Ángel Blanco y Renato el Hippie, Santo y Blue Demon vs Drácula y El Hombre Lobo (1973)




Estamos llevando a cabo un especial sobre Blue Demon, aprovechando que El Consejo Mundial de Lucha Libre le brindó tributo en Homenaje a Dos Leyendas 2019. Seguimos con ello.

Como el lector sabrá si sigue el mundillo de la lucha libre mexicana, este es un evento anual, en el que, como su propio nombre indica, se realiza un homenaje a dos figuras históricas de la lucha. La primera siempre es Salvador Lutteroth, fundador de La Empresa Mundial de Lucha Libre (nombre que recibía el Consejo originalmente). La segunda, va cambiando cada año, de tal manera que, para un luchador, tener uno de estos homenajes equivale a ser exaltado al Salón de la Fama de otras empresas relacionadas con la lucha libre.

Como decimos, Blue Demon recibió su homenaje en La Arena México. Pero no es el único, puesto que CMLL realiza también un pequeño homenaje en sus arenas de Guadalajara y Puebla, para leyendas locales. En la Arena Coliseo de Guadalajara, fue Américo Rocca quien recibió honores, mientras que, en la Arena Puebla, fue recordado el señor Estrella Blanca.

En anteriores artículos, hemos comentado las luchas de apuestas en las que Blue Demon ganó las máscaras de Matemático y Rayo de Jalisco, en la etapa final de su carrera como luchador, en el 89. Es muy complicado encontrar más luchas suyas en Internet, puesto que sus grandes encuentros ocurrieron entre las décadas de los 50 y los 70, y no se publica mucho material mexicano de esos tiempos.

Pero, como comentamos en el primer post de este especial, Blue Demon, junto a El Santo, se hizo famoso por aparecer en películas como si fuera un superhéroe. Y, en estas películas, se incluían luchas reales, completas, a modo de extraños planos secuencia. No hay, en ellas, ni trampa ni cartón; son combates como tal, que rellenaban buena parte de la cinta. Así podemos, al menos, ver luchas de estos enmascarados.

He estado viendo un par de películas de este tipo para escribir el especial. Son películas de aventuras, en las que los luchadores, cuando acaban su jornada laboral encima del ring, se dedican a salvar al mundo, como si fueran Los Vengadores. Obviamente, ni la técnica, ni la madurez narrativa, son las de hoy, así que el resultado no es de gran calidad.

Históricamente, todas las grandes estrellas de la música y de otras artes, han protagonizado películas. Este tipo de producciones da mucho dinero. Elvis se hizo de oro con esta cuestión. Y nunca estas películas fueron buenas, puesto que no lo requerían. Los fans se lanzaban a los cines en masa, y ese tipo de gente no es muy exigente.

Pero las pelis de luchadores eran pelis de aventuras, en las que Santo, Blue Demon, y demás, se dedicaban a dar mamporrazos a monstruos malvados. Como digo, son productos muy inmaduros, pero todos los cómics y series de superhéroes lo eran en la época. A mí me parece bastante interesante la existencia de este tipo de cosas, es guay, y es producto de su tiempo. Algún día revisaré todas esas pelis, pero no en este blog.

La lucha que comento hoy pertenece a la película "Santo y Blue Demon vs Drácula y el Hombre Lobo", del año 1973, una peli en la que el profe Manotas hace de superhéroe junto a El Santo, principal protagonista.

La película comienza con una lucha entre El Santo y Ángel Blanco, un luchador enmascarado, de mayor tamaño que la gran estrella. La lucha es legítima, y los únicos cortes que hay ocurren entre caída y caída, para hacerlo más llevadero. Se nota que la lucha es de verdad, por la forma en la que se realizan las acciones, y por la voz del comentarista, que es bastante malo. No es posible que nadie haya escrito esos comentarios en un guión.

Tras la lucha, El Santo se viste de calle, pero no se quita la máscara, ni para besar a su bella amada. Recibe la alerta del advenimiento de Drácula y el Hombre Lobo, que tienen la misión de someter al mundo. Todos cuentan con él para que se enfrente a este mal. Aunque no es físicamente muy impresionante, su voz impone más que la de Batman.

Después de eso, entra en juego Blue Demon, que también es introducido a los espectadores a través de una lucha, en este caso, frente a Renato el Hippie. Tras su victoria, se une a El Santo, y, juntos, y a base de hostias bien dadas, libran al mundo de la amenaza de los monstruos.

Con la paz restituida, la película termina con una lucha en parejas. Santo y Demon hacen equipo, para enfrentarse a sus dos anteriores rivales, Ángel Blanco y Renato. Esta lucha es la que vamos a revisar en este post.

La lucha tiene los mismos comentarios que las anteriores. Se escucha un público muy animado, pero no sé si se ha incluido posteriormente, porque, en la perspectiva en que se ve la lucha, no se observa nada, más que un fondo con niebla.

En la primera caída, hay un poco de dominio por parte de Ángel Blanco sobre Demon, ya que es mucho más grande que él. Pero Santo es como un rinoceronte: pega unos topetazos con la cabeza en carrera, que son imparables. Con ellos, y gracias a que Demon se pone a su altura, se llevan los buenos la primera caída.

En la segunda caída, los rudos intentan provocar enfrentamientos de 2 vs 1 a su favor. Gracias a ello, consigue batir a los dos legendarios guerreros. A Demon le caen muchas patadas en el costado.

Nos vamos a la tercera caída. Santo y Demon han aprendido la lección. En lugar de luchar cada uno por su lado, pelean juntos, y así, superan las maniobras de montoneros de los rudos. No hay ningún control por parte del referee, todos luchan contra todos. El Santo, de escuela ruda, tiene una forma de luchar muy dura, muy stiff. Cada uno por su lado, y como si esto fuera una pelea en un callejón, le pega una paliza a su respectivo rival, para llevarse, finalmente, la victoria.

Peleita simple y corta, pero con carisma, con verosimilitud. 

Puntuación: ***

jueves, 22 de marzo de 2018

Mil Máscaras vs The Destroyer, AJPW 09/10/1973




Vamos a empezar a hablar de Homenaje a Dos Leyendas. En su edición de 2018, CMLL nos ofreció una velada culminada con una lucha de apuestas entre Cuatrero y Ángel de Oro. No es la lucha de apuestas más esperada de la última década, pero es una lucha de apuestas.

Pero antes de ver las luchas de este año, vamos a hablar del homenajeado Mil Máscaras. Si hacemos un especial sobre el Hall of Fame de la WWE, también tenemos que dedicarle unas jornadas al luchador homenajeado por la empresa más antigua del mundo en la industria. Sobre todo, hay que hacerlo cuando el tipo en cuestión es Mil Máscaras.

Homenaje a Dos Leyendas nació en el año 1996 como Homenaje a Salvador Lutteroth, el fundador del Consejo Mundial de Lucha Libre, e introductor, por tanto, de la lucha libre en México. Este evento se llevó a cabo hasta el año 99, cuando cambió su nombre por el de Homenaje a Dos Leyendas, siendo, durante varios años, El Santo la segunda leyenda. En esa época, su hijo, El Hijo del Santo, formaba parte de las filas del Consejo.

El tiempo pasó, y la segunda leyenda fue variando a lo largo de los años. El año pasado, por primera vez, se homenajeó a una persona viva, el Villano III. Este año, esto vuelve a ocurrir, y el homenajeado es una leyenda enorme: Mil Máscaras, el tío de Alberto Del Río.

Mil Máscaras es uno de los luchadores más importantes en la historia de México. Y quizás el más importante. Es posible que, en ese país, no llegara a los niveles de popularidad de El Santo o Blue Demon, pero, a diferencia de estos, Máscaras tuvo un gran éxito a nivel internacional, tanto en Estados Unidos como en Japón.

El ya anciano luchador fue el primer súperheroe enmascarado en triunfar fuera de México. Y su éxito no fue pequeño. En Japón, causó verdadera conmoción, teniendo una popularidad que Meltzer llegó a comparar con la posterior de Hogan en Estados Unidos. También fue el primer mexicano en estar en los main events de la WWE, al tener varias oportunidades por el título de la empresa en el Madison Square Garden, ante Superstar Billy Graham. Y, por supuesto, en México, tuvo grandes rivalidades, al ser uno de los pocos pesos pesados nacionales en la época. Su rivalidad con Canek es legendaria, y llegó a estar en 20 películas, y ganar títulos y máscaras tanto en el CMLL como en el Toreo de 4 Caminos.

La inmensidad de su carrera sólo se puede igualar al tamaño de su ego. Posiblemente, sea el tipo más egocéntrico en la industria, y no es decir poco. Pero, es que, cuando uno le escucha hablar sobre su carrera, se da cuenta de que la mitad de las cosas que dice son falsas, y de que sufre un síndrome de Elvis obvio. Está loco perdido.

JBL se refirió a él, poco antes de que fuera exaltado al Salón de la Fama de WWE, como el mayor egomaníaco que ha dado el mundo. Y lo hizo durante los comentarios de una lucha de Alberto del Río en un PPV, lo que quiere decir que esas palabras, posiblemente, sean de Vince McMahon, más que suyas. O al menos, están aprobadas por él.

También Jericho hablaba de Mil Máscaras en este sentido en su primer libro. Aunque Mil Máscaras no se ha retirado nunca, sigue luchando eventualmente hoy, con 75 años, aproximadamente. Pero ya en los 90, con más de 50, luchaba en un estado físico no muy bueno. Chris señalaba que aunque Dos Caras era bastante educado, Máscaras le reñía por hacer bien su trabajo, por lucirse. El enmascarado afirmaba que la gente iba a las arenas a verle a él, y que los demás debían estarse quietecitos.

Y, precisamente, estaba mirando vídeos en Youtube, y resulta que él y su sobrino, Alberto el Patrón, han tenido un cruce de declaraciones últimamente. Parece que incluso pueden verse las caras en algún combate. Hay quien pensaría que las declaraciones son en Kayfabe, pero conociendo a ambos, sabemos que no. Son dos bocazas.

El caso es que parece ser que Mil Máscaras hizo alguna declaración no muy respetuosa sobre el Hijo de Dos Caras, que es el hermano de Alberto, y lleva pocos años luchando como profesional. Quizás Máscaras se ofendió porque Dos Caras e Hijo de Dos Caras acompañaran a El Patrón en algún programa de Impact. Pero, después de eso, Del Río dejó de callarse lo que pensaba sobre su tío, y habló, en un par de entrevistas, sobre lo mala gente que es, y las mentiras que cuenta. Mil Máscaras siempre ha defendido que ha luchado en más de 50 países, y Alberto afirma que eso es mentira, que no tiene prueba de ello, mientras que él sí tiene todas las carteleras de los eventos en los que ha participado, en más de 30 países.

Mil Máscaras, obviamente, no se calló. En otra entrevista, el anciano enmascarado afirmó que sus sobrinos eran unos ignorantes. Qué él es la gran estrella de México, que también ganó el campeonato de WWE varias veces (mentira), y que, mientras que Alberto ha viajado por el mundo siempre luchando con los mismos, bajo la protección de WWE, él (Mil Máscaras), sí que fue a cada país a luchar contra la gente de ese país: a Francia a luchar con franceses, a Alemania a luchar con alemanes, a Nigeria a luchar con nigerianos... Sí, también es mentira.

Y es que, siguió hablando, diciendo que los jóvenes no saben de nada y no tienen respeto por los mayores, mientras que él sabe de todo: de historia, de arqueología, de física cuántica... Como personaje sería la hostia, pero el caso es que lo dice en serio. Está muy loco.

Me apetecía hablar de la cabeza de Mil Máscaras, pero lo realmente importante es su carrera como luchador, que si bien no fue vista en 50 países, sí tuvo mucho éxito en todos los grandes territorios del wrestling en el mundo. Por tanto, en este especial, vamos a repasar una lucha en cada país: una en Japón, ante su gran rival The Destroyer; una en Estados Unidos, ante Billy Graham en el Madison Square Garden; y otra en México, ante el gigante Canek. Vamos a verle luchar, por tanto, ante tres de sus más grandes némesis.

El combate que comentamos hoy enfrenta a Mil Máscaras con The Destroyer, en Japón, en el año 1973. El Destroyer es un luchador también enmascarado, pero es americano, y es rudo. Entonces, aunque no había héroes con máscara, sí que había luchadores heel que las llevaban, porque era un símbolo de malicia. El Destroyer, en concreto, era un tipo muy grande, técnico y duro, que se enfrentó a Mil Máscaras en muchas ocasiones. De hecho, en algún momento pensé en llenar el especial con tres luchas entre ellos, aunque en última instancia decidí que, para hacer un resumen tan rápido de una carrera tan inmensa, es mejor poner más variedad. Pero esa rivalidad es de un nivel difícil de igualar por cualquier otra rivalidad en la historia. La lucha que vamos a ver hoy es la más antigua que he encontrado, dado que se pueden encontrar combates de estos dos durante toda la década de los 70.

Es una gran lucha, muy física, muy ruda. Tenemos minutos y minutos de llaves entre estos dos enmascarados. Aunque Mil Máscaras tiene una técnica envidiable, estas llaves no son especialmente complejas. Porque, como venimos diciendo, Máscaras es un hombre que se lo tiene un poco creído. Y no le gustaba nada vender el castigo, como confirmó en su momento Superstar Billy Graham. Y aquí vemos como siempre, el mexicano, quiere llevar las de ganar, quiere ser él el protagonista, y aplicar sus castigos.

Pero esto no produce problemas. Lo que provoca es que los dos luchadores forcejean para conectar su ataque de manera correcta, y la sensación es que las llaves son reales. Y lo son en cierto sentido, porque, aunque no producen daño, los intentos y la resistencia a su uso sí que son verídicos, más o menos.

La lucha es al mejor de tres caídas. En la primera, tenemos todo este llaveo, y se termina cuando Máscaras aplica varios de sus cabezazos voladores sobre su rival, que suponen una de sus principales armas. En la segunda caída, seguimos igual, con la misma calidad en la aplicación de técnicas. Pero la suerte del mexicano se trunca, cuando se hace daño en una pierna tras el ataque del Destructor. Máscaras, hay que decirlo, vende esto muy bien. Está muy cojo, y, prácticamente, no se puede poner de pie. Destroyer ataca su pierna, y cierra una Figura 4 que causa sensación entre el trajeado público japonés. Después de resistir un buen rato, Mil acaba rindiéndose. Tenemos un empate.

En la tercera caída, Mil Máscaras empieza sufriendo, de nuevo, en su pierna, pero va recuperándose, hasta volver a llevar la iniciativa. Busca sin parar el cabezazo volador, porque ya quiere acabar con esto. Lo aplica varias veces, pero, cuando va a por el definitivo, The Destroyer aprovecha su salto para proyectarlo fuera del ring. Mil Máscaras no consigue recuperarse a tiempo, y pierde la lucha por Count-Out.

Muy buena lucha, muy seria. El público está formado por señores y señoras mayores, que analizan las acciones. Los luchadores son de mucho nivel, y realmente están vendiendo esto como algo real. El final, quizás, me deja un poco frió, y eso le quita un poco de puntuación. Se nota que la rivalidad iba para largo, y este resultado ayudaba a mantenerla interesante.


Puntuación: ****3/4