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sábado, 9 de junio de 2018

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE WrestleMania 34




Teníamos, todavía, pendiente, el main event de WrestleMania 34: la lucha entre Roman Reigns y Brock Lesnar por el Campeonato Universal de WWE. Un tema polémico, por las reacciones del público frente al de origen samoano. WWE se empeña que en sea la cara de la empresa, pero una buena parte del WWE Universe no lo quiere.

Se dice que es un caso similar al de John Cena. Pero hay matices importantes. La mitad del público, los seguidores más hardcore, normalmente varones de cierta edad, lo odiaban. Pero la diferencia con respecto a Reigns es que la gente odiaba a Cena, no a la empresa. Llenaban las arenas por verlo perder, por cantar en su contra, por el sueño lejano de que hubiera un nuevo campeón. Y, finalmente, tras muchos años y un millón de grandes luchas, todo el mundo respeta a John. Aunque canten "John Cena Sucks", ya no creen que apeste, es sólo un rito.

El problema con Reigns es que, cuando la gente pita, no le pita a él. Pita a la empresa. Ni siquiera van a los estadios a verle perder. No les importa si gana o pierde, lo único que ocurre es que no quieren verlo. No es lo mismo.

En realidad, esta reacción tampoco es tan explícita ni unánime. Los medios especializados en wrestling no suponen el epítome paradigmático del periodismo. Se comportan como fans, se retroalimentan con los siempre violentados comentarios y tweets, y repiten y traducen rumores como si fueran noticias reales. Son capaces de mostrar a unos pocos seguidores dejando el estadio en Backlash, y de crear una gran polémica desmedida sobre el hecho de que WWE está en la ruina. Pero cada vez llega más pasta a los bolsillos de Vince.

Porque Reigns tiene muy malas reacciones el los grandes eventos, sobre todo en las ciudades con más tradición de Wrestling. Pero en los programas de Raw, y en los eventos en el extranjero, y probablemente, en los eventos en vivo, Roman tiene reacciones mucho mejores, y seguramente está vendiendo mucho merchandising.

Además, WWE ha hecho un buen trabajo manteniéndolo durante buena parte del año alejado del título, para que la gente no se canse de él. Pero, cada año, cuando llega WrestleMania, está en el puesto más alto. Y los fans que acuden a WrestleMania son tipos a los que no les cae muy buen  este luchador. Son los que más pagan, a los que más les gusta el wrestling, y por tanto, los que más odian a Roman Reigns. Entonces, cada año, ver el main event de WrestleMania se está convirtiendo en algo muy desagradable, muy triste, muy violento. Si, antes, el final de un WrestleMania era un momento para enmarcar que quedaba en el subconsciente colectivo, últimamente está siendo muy oscuro.

WWE tiene que hacer algo con esto. Se dice que Vince es un cabezón, que no da su brazo a torcer, y se empeña en tener como estrella de la compañía a una persona a la que no quiere nadie. Pero, en realidad, no acaba de arrancar. No acaba de convertirse en el gran campeón, en vencer a todo el mundo. Y las medias tintas tampoco son buenas. O se le abandona al midcard definitivamente, o se le da el título para meses y meses. Pero no se puede hacer lo que se está haciendo.

Porque si fuera campeón durante un año, ahora sí, la gente esperaría cada programa para verle perder. Pero no ocurre, y no acaba de cuajar la cosa. En Backlash 2018, WWE nos dio un main event entre Roman Reigns y Samoa Joe, con NADA en juego. La gente no se fue porque estuviera harta de WWE. Se fue porque no había motivo para quedarse, y así se ahorraban los atascos de después del evento.

Porque no había título en juego. Ni una rivalidad. Ni una posibilidad futura, ni una estipulación. Ni siquiera era una lucha nueva: había ocurrido muchas veces en RAW. Da igual la calidad del combate. ¿Para qué te vas a quedar? WWE tuvo la oportunidad de poner un AJ vs Nakamura en el main event,  de darles tiempo y un buen final, y así, convertir a Backlash 2018 en el día de la gran lucha histórica entre estos dos guerreros. WrestleMania y The Greatest Royal Rumble habían tenido muchas estrellas de tiempo parcial, y Money in the Bank tendrá dos luchas de escaleras, y a Ronda Rousey. Backlash podría haber significado algo, podría haber pasado a la historia si se hubiera usado la cabeza. Pero no hay de eso. Nadie recordará, jamás, WWE Backlash 2018.

En el próximo post hablaremos de la siguiente lucha entre Roman y Lesnar, en Greatest Royal Rumble. Y, entonces, nos referiremos también a ese ridículo storyline en el que Roman dice que Brock es campeón porque es un "Vince McMahon Guy". Pero hoy vamos a centrarnos en el main event de WrestleMania 34.

En WrestleMania 31, Roman Reigns se presentó como aspirante al título de WWE, en manos, entonces, de Brock. Tuvieron una lucha muy interesante, muy buena, que fue rematada por la aparición sorpresiva de Seth Rollins que, cobrándose el maletín de Money in the Bank, se unió a la contienda, la convirtió en una Triple Thread Match, y la ganó. Fue un gran final de WrestleMania, de esos que ya no existen, por lo que hemos comentado anteriormente.

El caso es que las cosas entre Lesnar y Roman Reigns se quedaron a medias. Y no se movieron hasta mucho tiempo después. Hubo luchas titulares en las que ambos estuvieron presentes, pero no solos. Hasta que llegó la temporada de WrestleMania 34. Lesnar, es campeón desde que derrotara a Goldberg en WrestleMania 33, y Roman se ganó su plaza de aspirante al salir ganador de una Elimination Chamber. La historia entre ambos podría, de esta manera, terminar.

El contrato de Lesnar acababa tras WrestleMania 34. Y como había hecho un par de años antes, empezó a hacerse fotos con Dana White, y a especular con un posible regreso a UFC. Seguramente ese regreso se dará, pero lo más probable es que Lesnar lo compatibilice con sus luchas en WWE. Porque es Lesnar, y la gente como él, puede hacer lo que quiera en la vida. Honor a quien honor merece.

Los medios de comunicación dieron por hecho que Brock se iba de WWE. Sus luchas previas en House Shows fueron muy cortitas, simples squashes. Y también se ausentó de varios programas de RAW para los que estaba anunciado. Todo era, en realidad, una estrategia para sacarle más pasta a Vince, y para conseguir más libertad para luchar en MMA. Y consiguió ambas cosas. Con su nuevo contrato, y con la enorme cantidad de dinero que se va a llevar por cada aparición, es probable que sus apariciones, a partir de ahora, sean contadas.

Pero sigue siendo campeón. Porque ganó su combate frente a Roman Reigns en WrestleMania. Dado que la renovación se llevó a cabo pocas horas antes del evento, es posible que este resultado fuera un cambio de última hora. Quizás, por eso, la lucha quedó tan rara. La familia de Roman Reigns estaba en las primeras filas. Se dijo en su día que se enfadaron mucho con la derrota del chico en WrestleMania 31. Y son todos muy grandes y fuertes. Esta vez, el disgusto sería aún peor, aunque antes, en la noche, habían podido ver a Nia Jax convertirse en campeona al vencer a Alexa Bliss, con esa interesante historia que tuvieron relacionada con el Bullying.

Creo que hubiera sido buena idea que la historia acabara así, con Reigns venciendo a Lesnar y convirtiéndose en Campeón Universal. Ya sé que enfadaría a mucha gente, pero es lo lógico para la historia. Es posible, tal y como están avanzando las cosas, que eso ocurra, finalmente, en SummerSlam.

Creo que la lucha entre Roman y Brock en WrestleMania no es tan mala como se dice. Y tampoco la reacción primaria del público hacia ambos es tan negativa. Creo que va empeorando, porque nadie entiende la historia que se está intentando contar. Y eso es porque no se está contando bien, o porque la gente iba muy predispuesta a ver a Roman ganar y a enfadarse por ello.

La cosa no empieza mal. Roman ataca con buenos KO Punchs, seguramente intentando emular la estrategia que llevó a cabo en WrestleMania 31, y gracias a la cual, pudo presentar batalla ante el aparentemente invencible Lesnar. Como entonces, consigue lanzarlo contra el poste, aumentando su dolor en la cabeza.

Brock está fuerte. Hoy pega especialmente duro. Hay un rodillazo que casi mata a su rival. Pero comienza a aburrir al público con su súplex city.

Después de un pequeño comeback de Roman, con los citados KO Punchs, Brock lo agarra y aplica F5. Como no es suficiente para ganar, aplica un montón de ellos. Cada vez que Reigns se recupera, el público se enfada un poquito más.

Porque, a estas alturas, los aficionados tienen la idea de que Reigns va a soportar lo que no ha soportado nadie, ganar el título y proclamarse Super Saiyajin Legendario. Lesnar aplica un F5 sobre la mesa de comentaristas, y más sobre el ring. Como Roman no se rinde y Brock está muy enfadado con la reacción del público, se quita la codera y pega codazos a su contrincante como si esto fuera un combate de MMA. Le abre una brecha en la frente, y la cara de Roman queda sumida en un mar de sangre.

Con la cara roja, Reigns aún tiene un gran comeback final, con el que consigue aplicar dos Spears. El público teme que gane. Cuando va a por la definitiva, se impulsa dos veces contra las cuerdas, como hizo cuando derrotó a Undertaker, pero es recibido con un nuevo F5, que ahora sí, acaba con toda su resistencia. Hay que decir que el público reacciona muy buen con el comeback final de Reigns.

La lucha no está mal. Al menos tiene una historia, que es más de lo que pueden decir la mayoría de las luchas. Pero les enta y... rara. Desde luego no es lo que quería ver la grada.

Puntuación: ***1/4

viernes, 20 de abril de 2018

Charlotte Flair vs Asuka, WWE WrestleMania 34




El gran momento de Asuka ha llegado. La japonesa Kana llegó a WWE en 2015, y desde entonces no ha perdido ni un combate. Su racha ha superado a la de Goldberg claramente. Y, en el camino, se convirtió en la campeona de NXT, y en la ganadora del primer Royal Rumble femenino de la historia.

Aunque Asuka pertenecía a RAW, eligió luchar por el campeonato de Smackdown en WrestleMania, que estaba en manos de Charlotte. Y es que, lo que Asuka quería, de verdad, era un reto.

No hay una gran historia detrás de esta rivalidad. Ocurre lo mismo que en el caso de la lucha entre Nakamura y Styles: son dos faces que saben luchar. A veces, WWE también pone luchas en WrestleMania sólo para que sean buenas. Quizás, en el caso del Nakamura vs Styles, la cosa no salió tan bien, aunque el posterior turn-heel del japonés aumenta el interés de la rivalidad de cara al futuro.

La lucha entre Asuka y Flair no tiene ese componente al final, pero seguramente sea la mejor lucha del evento, a nivel técnico. El combate mixto de Ronda, Angle, Triple H y McMahon la supera como espectáculo en general, pero esta pelea es mejor a nivel de puro wrestling.

La Reina se enfrenta a La Emperatriz. La idea era que Flair nunca se había enfrentado a alguien como Asuka, pero esta tampoco había tenido un rival del nivel de la campeona de Smackdown. Y creo que la versión de la japonesa aquí es la mejor de cuantas he visto en WWE. Por fin la veo luchar con el espíritu asesino que promete su personaje.

Tenemos, al principio, buenos intercambios entre una y otra. Asuka golpea muy fuerte, con golpes muy stiff, y llaves de un gran nivel. Al caer contra las vallas protectoras, Charlotte se hace daño en el hombro, y Asuka lo señala con sorna. "Te va a costar caro".

En ocasiones, la cara de Charlotte informa de que, efectivamente, nunca se había enfrentado a un vendaval semejante. Pero ella no se queda atrás, y aplica buenos ataques a la nuca de la retadora. Vuela con un Moonsault, pero es recibida por un Triangle Shock. Charlotte lo transforma en Walls of Jericho, y tenemos varios buenos intentos de conteo.

Asuka se pone más brusca, con patadas asesinas, y buenos ataques al brazo. Pero ambas se hacen daño de verdad cuando Asuka se lanza con un súplex a ringside, en una caída muy peligrosa para atacante y atacada. Charlotte responde con un buen Spanish Fly, y también con un Spear poderosísimo. Después de semejantes ataques, Asuka pierde su primera lucha en WWE, al rendirse ante una Figura 8.

Muy buena lucha, aunque creo que debería haber durado unos minutos más para dar el salto de calidad que necesitaba. La rendición de Asuka ante la llave de su rival me parece demasiado rápida. Ni siquiera había recibido un sólo ataque previo en su extremidad.

Por otro lado, no tengo nada en contra de que Asuka haya perdido así el invicto, en un combate tan bueno e importante, y con una rival así, a la que hay que situar bien para que acabe enfrentándose a Ronda Rousey. No se puede comparar al caso de Goldberg, ni al de The Shield, grupo que fue vencido por primera vez, después de muchos meses, por una tercia secundaria (Christian y The Usos) en un programa de Smackdown, sin la menor repercusión.

El público está lleno de caras de sorpresa. Todo el mundo agradece el espectáculo con aplausos, y Asuka señala que Charlotte SÍ estaba preparada para ella.

Puntuación: ***3/4

domingo, 15 de abril de 2018

Daniel Bryan y Shane McMahon vs Kevin Owens y Sami Zayn, WWE WrestleMania 34




La siguiente lucha de WrestleMania 34 que vamos a repasar es aquella en la que se produjo el retorno oficial de Daniel Bryan a un ring. El American Dragon hace equipo con Shane McMahon para enfrentarse a Steengenérico. Sí, los hijos de Vince está ocupando, de pronto, las principales luchas de la empresa.

Daniel Bryan, considerado como el mejor luchador del mundo por mucha gente, llegó a WWE, y se convirtió en una gran estrella. Para un luchador indie de poco tamaño, fue un gran logro. Incluso la empresa estuvo en contra de ello. Creó un Storyline en el que el Dragón era traicionado por Triple H y La Autoridad, porque alguien como él no podía ser la cara de WWE. Randy Orton desempeñaría ese rol mucho mejor. Y la verdad es que esa Storyline  estaba totalmente relacionada con la realidad.

Fue el público el que tuvo que obligar a Vince a cambiar de opinión. Él supo tragarse su orgullo, e hizo que Bryan fuera el gran protagonista de WrestleMania 30. Luego, tuvo la gran suerte de que Danielson se lesionara, y pudo quitárselo de encima con una buena escusa. 

Pero Bryan ama el wrestling por encima de todo. Si no hubiera podido regresar a los encordados, hubiera acabado muy amargado, como le pasó a Bret Hart. Pero se hizo pruebas con montones de médicos, y estos le dieron el alta competitiva. El único que no se la daba era el doctor de WWE. Tras lo ocurrido con Chris Benoit, en la empresa cuidan su imagen por encima de todo, y no se arriesgarán a que nadie tenga una nueva oportunidad de decir que WWE se ha beneficiado a costa de su salud.

Vince puso a Bryan en un puesto de General Manager de Smackdown que resultaba frustrante tanto para los fans como para él mismo. Se acercaba el fin de su contrato, y Danielson tenía claro que lucharía en otro sitio tras su salida. Ante la posibilidad de que su competencia se convierta en competencia real gracias al apoyo de Bryan, finalmente, WWE le dio el alta competitiva. Ahora, podía volver a recibir ataques, y no huir del ring cada vez que algo se complicara. Temo que sea un truco de la empresa, para obligarlo a renovar su contrato, y, luego, buscar una excusa para declarar que sus problemas de salud han vuelto. Eso ya lo veremos. Por ahora, parece que luchará a tiempo completo.

Cuando era General Manager de Smackdown, se involucró en la rivalidad entre Shane McMahon y la pareja formada por Kevin Owens y Sami Zain. Bryan parecía apoyar a estos, y suponía un palo en la rueda para Shane. Desde hace mucho tiempo, se suponía que esta rivalidad llegaría hasta WrestleMania. Pero, cuando Bryan anunció su vuelta a los rings, de pronto, ya era totalmente bueno otra vez. No había ni pizca de la maldad que se intuía en los meses previos. Y no hay nada más aburrido que un babyface en WWE.

Como ya hemos comentado otras veces, la rivalidad comenzó entre Shane y Owens. Shane fue referee en la lucha de Kevin en la que peleaba por el US Championship en SummerSlam, frente a AJ Styles, y eso no acabó como al canadiense le hubiera gustado. Las riñas entre ellos fueron en aumento, hasta que explotaron en el famoso ataque de Kevin sobre Vince McMahon. Entonces, Owens dio un salto en su estatus como rudo.

Shane buscó venganza, y se enfrentó a Owens en un Hell in a Cell en el PPV homónimo. Pero, cuando realizó su salto desde la parte superior de la jaula, Sami Zain llegó para salvar al que había sido su gran rival, después de ser su gran amigo. McMahon se pegó, como siempre, un buen golpe, y perdió.

SteenGenérico volvió a unirse. Durante los meses siguientes, el dúo estuvo metido en muchas polémicas, jorobando al equipo de Smackdown en Survivor Series, y consiguiendo plazas titulares por el WWE Championship, gracias a la benevolencia de Bryan. Se llegó a hablar de que acabarían en el André the Giant Memorial battle Royal, y Owens llegó a sugerirlo, bromeando en Twitter. Pero era obvio que esta rivalidad tenía que llevarlos a WrestleMania.

Owens y Zayn son como perros rabiosos, y siempre estaban peleándose entre ellos. Shane impidio que alguno ganara en WWE Championship en Fastlane, y tras el evento, anunció una lucha entre ellos en WrestleMania. No se lo tomaron bien, y le metieron una buena paliza. Además, Shane sufrió otros problemas de salud graves, no relacionados con esto: una diverticulitis. Su participación en WrestleMania estaba en duda. 

Entonces llegó Bryan, anunciando su vuelta a los rings, y despidiendo a Owens y Sami. Tampoco se lo tomaron bien, claro. Bryan se llevó otra paliza, aunque, después de mucho tiempo, pudimos verlo defenderse. Después de esto, se anunció la lucha entre los dos dúos. shane y Bryan hicieron las paces, se abrazaron, y anunciaron que, si Sami y Kevin les vencían, recuperarían sus trabajos en Smackdown. 

Así que me esperaba que, en la lucha, Bryan traicionara a Shane, y así, los dos canadienses recuperarían su puesto. La historia requería que Shane y Bryan se enfrentaran en el futuro. Pero esa historia se cambió en cuanto Bryan recuperó su puesto de superestrella. También se habló de que sería Shane el que se convertiría en Heel. Pero nada de esto ocurrió en WrestleMania.

La lucha, como las anteriores que hemos comentado de este evento, es puro storytelling. Hay gente muy enfadada, pero bueno, en Internet, todo el mundo está enfadado siempre, porque no tiene delante a nadie que le cruce la cara. Desde luego, no es una lucha de 5 estrellas, pero nadie pretendía eso. Es parte del espectáculo de WrestleMania. Esto va de la maldad de Owens y Zayn, frente a dos hombres lesionados o enfermos. Lo importante es el sentimiento del público. A nadie se le pasó por la cabeza que esto sería la lucha del año.

Owens y Zayn atacan a Bryan antes de que la lucha comience. Lo estrellan contra el borde del ring, como hicieron en Smackdown. y lo dejan KO en ringside. Tiene que venir una camilla a por él, y Kevin bromea sobre el hecho de que está lesionado otra vez. Shane comienza solo.

La lucha está bien escrita, y todo sale como es debido. Shane es lanzado contra las vallas, junto a sus hijos, que observan en primera fila. Como ha tenido problemas intestinales, y muy serios, se duele del estómago. Sus dos rivales le torturan, golpeándole ahí muy bien. Kevin aplica un Sentón y un Frog Splash dolorosísimos. Como Shane ha vendido un dolor muy grande en esa parte de su cuerpo, cuando el espectador presencia esa clase de ataques, puede sentir el sufrimiento del millonario.

Shane está a punto de perder, pero es salvado in extremis por Bryan, que se ha recuperado del ataque recibido. Con verdadera violencia, Daniel ataca a sus dos rivales. Está como un toro, y resiste los finishers de ambos. Acaba haciendo rendir a Sami a través del Yes! Lock.

La lucha es buena. Utiliza de forma correcta la historia que había entre estos 4, y se aprovecha de las lesiones de los dos héroes. Como decía antes, no está pensada para ser una gran lucha, sino para generar el sentimiento de venganza y triunfo del bien contra todas las adversidades. No está mal.

Puntuación: ***1/4

viernes, 13 de abril de 2018

Ronda Rousey y Kurt Angle vs Triple H y Stephanie McMahon, WWE WrestleMania 34




Si ha habido un gran fichaje en WWE en los últimos años, ese ha sido el de Ronda Rousey. No solo ha sido campeona de UFC, sino que se ha convertido en una gran estrella, con su personaje de mujer más mala del planeta. Ha aparecido también en varias películas de gran renombre comercial.

El paso del boxeo o las MMA al wrestling siempre es posible. Cuando uno es un guerrero de verdad, resulta más creíble para el público verlo convertirse en un guerrero de ficción en el mundo de los encordados. Pero hay que entrenar mucho. Lo bueno de Ronda es que siempre ha sido una gran fan del wrestling, y eso es un gran aliciente a la hora de esforzarse.

En este WrestleMania 34, tenemos la continuación de dos historias que empezaron en WrestleMania 31. En el main event, Brock Lesnar y Roman Reigns vuelven a enfrentarse, después de que, hace tres años, Seth Rollins se metiera en la lucha que mantenían por el título. Pero, antes, Ronda y Kurt Angle se enfrentan a The Authority, Triple H y Stephanie McMahon.

O al menos eran The Authority en WrestleMania 31. Ahora han olvidado esa historia, pero no se han olvidado de Ronda. En WrestleMania 31, después de vencer a Sting, Triple H salió al ring a presumir un poco, junto a su señora esposa. Entonces fueron contestados por The Rock, tan gracioso como siempre, que apareció por sorpresa. Steff le paró los pies, y aunque The Rock se enfrentaría sin problemas con Hunter, no podía hacerle nada a una mujer. Cuando parecía que se iba, se acercó a las gradas, a saludar a la señora Ronda Rousey. Ante la algarabía del público, Ronda y The Rock atacaron a Triple H y Steff. Esta pudo huir in extremis. Pero esto no acababa aquí.

Durante años, se habló de una Mixed Tag Team Match entre ambas parejas. Pero tanto Ronda como The Rock han estado liados. Ahora, Rousey forma parte de WWE, pero después de la hernia que tuvo en su última lucha frente a Cena, The Rock no se sube a un ring. La cosa parecía imposible.

En Royal Rumble 2018, después de la primera edición femenina de la batalla real, apareció Ronda, para felicitar a la ganadora, Asuka. Y le dio la mano a McMahon, que estaba en la mesa de comentarios. Pero se podía cortar la tensión con un cuchillo de mantequilla. En los siguientes programas,  de RAW y el PPV Elimination Chamber, se confirmó que Ronda había firmado por WWE, y que lucharía en WrestleMania, y se lió la cosa, porque ella quería luchar con McMahon. Kurt Angle, General Manager de Raw, jugó el papel de The Rock, que está grabando alguna nueva película mala para niños tontos. Incluso se ha dicho que Batista podría haber sido el compi de Ronda. Pero no, finalmente, fue el campeón olímpico, que parece una opción más lógica, porque es un guerrero de éxito olímpico como la Bad Woman.

En Elimination Chamber, la tensión acabó con Triple H atravesando una mesa a manos de Ronda. The Game atacó varias veces a traición a Kurt. Aunque Hunter y McMahon son los jefes, Kurt es GM de RAW, y tiene cierto poder sobre los contratos de superestrellas que también tienen. Así, hizo oficial la lucha para WrestleMania.

Lucha que resulta ser sorprendentemente buena. Un espectáculo muy entretenido. Y es lo que los fans deberían esperar de este evento. En cada WrestleMania, como en cada película de Star Wars, los haters inhundan Internet bajo la consigna de que ha sido la peor edición de la historia. Pero no es un evento en el que haya que esperar luchas de 5 estrellas. Hay otras empresas para eso. Aquí hay que esperar storylines, fuegos artificiales, sorpresas y estrellas. Este Mixed Tag Team Match tiene todo eso.

Triple H y Steff tienen una entrada similar a la del año pasado, siguiendo a otras muchas motos. Pero, esta vez, McMahon no va en la moto de Triple H, lleva su propio vehículo. Se acabó eso que llaman ahora "micro machismo". Es una entrada bastante impresionante, porque están físicamente muy fuertes. La musculatura de Hunter ha aumentado mucho. Es un tipo al que el cuerpo le cambia mucho de año a año, pero está mejor que nunca. No empeora con la edad.

Ronda llega con una equipación que imita a su ídolo, Roddy Piper. Hubiera sido genial que ambos coincidieran en WWE. Kurt Angle llega con su música y el clásico "You suck!". A él no se le ve tan freso como a Hunter, y eso que se ha mantenido en activo más que él. Angle no se ha retirado nunca. Cuando dejó TNA, pasó a territorios Indies como WCPW, donde no tuvo malas luchas. Pero, sobre todo, más que físico, le falta algo anímico. Desde que volvió, ha estado en tres luchas de equipos, jugando un rol secundario, como decente General Manager de RAW. Parece un viejo porque está jugando el rol de viejo, y no le pega nada, ya que la intensidad ha sido siempre su principal arma. Espero que tenga una rivalidad seria de verdad pronto. Y si se puede pasar a rudo, mejor.

La primera parte de la lucha es una tag clásica con unos rudos muy rudos, y unos técnicos muy queridos. Toda la atención está en las chicas. Steff es una tramposa genial. Antes de que empiece el combate, agarra de la coleta a Ronda por la espalda, y la tira al suelo. Por supuesto, huye despavorida. Y es que, ante la obvia superioridad de la judoca, Steff ha vendido que esto no es una jaula, que este es su ring, que ellos han creado las reglas, y las conocen mejor que nadie. Y a eso juega McMahon hoy.

Durante esta parte del combate, Triple H domina a Kurt, gracias a las trampas de su mujer. La gente grita que quiere a Ronda, pero no hay forma de que el relevo llegue. Steff hace un papel genial.

Esto sigue así hasta que Triple H sale despedido a ringside. McMahon grita llena de pánico, porque el hot tag se acerca. Angle lo logra, y Ronda Rousey entra en el ring, dispuesta a matarla. El júbilo se hace patente en el estadio.

Ronda aplica algunos ataques no muy precisos, pero buenos para la experiencia de ambas. Busca la palanca al brazo que tantas victorias le ha dado en UFC, pero Stephanie se resiste como una fiera, y no le permite cerrarla. Le hace un piquete de ojos, y se lanza al ataque con un buen DDT y una llave a la espalda.

El duelo entre las féminas continúa. Steph ataca y desprecia a su rival, pero esta la detiene y aplica un slam bastante bueno, que no sé si tiene nombre aún. Interviene Triple H, que saca a a Ronda del ring. Angle ayuda a su compañera. Busca un Olimpic Slam en la mesa de comentaristas, pero Hunter lo lanza contra la posición de los narradores latinos. 

Tenemos ahora otro gran momento, con un enfrentamiento entre Triple H y Ronda. El referee trata de evitarlo, porque, según las reglas en WWE, los hombres sólo luchan con los hombres, y las mujeres contra las mujeres, de tal manera que, cuando hay un tag, lo hay en las dos esquinas. Triple H se hace el chulo con Ronda, pero esta le da una paliza, y cuando va a por el mismo Slam que le ha propinado a la jefa, esta salva a su marido. Stephanie huye de su rival.

Las dos mujeres quedan KO después de que Ronda se trague el poste, y los hombres pelean. Kurt aplica sus suplexs, y conecta su Olimpic Slam. Triple H sobrevive.

Aquí ya no tenemos ni idea de quien es el participante legal. Ni falta que hace, esto es puro entretenimiento deportivo. Angle aplica Ankle lock sobre Stephanie, pero HHH lo alcanza y le aplica un Pedegree. Ronda lo salva, y reversa una Power Bomb del CEO de WWE en una palanca al brazo. McMahon se mete, de nuevo, ahorcando a Rousey con una muy buena Sleeper. Ota vez, Ronda reversa en palanca. Triple H intenta evitarlo, pero Angle lo sujeta con un Ankle Lock. Gran momento, de nuevo, de doble rendición, pero Angle sale lanzado sobre Ronda, y así, las dos llaves se acaban.

Los malos buscan un doble Pedegree. Todo sale mal, los hombres acaban fuera del ring, y de nuevo llega la palanca de Rousey. Steph se resiste con gritos y gestos genuinos de pavor. McMahon pide clemencia, pero no la hay. Ronda le rompe el brazo, y Stephanie se rinde al instante.

Muy buena lucha, mejor de lo que esperaba. Gran entretenimiento. Stephanie es la mejor.

Puntuación: ****

miércoles, 11 de abril de 2018

The Undertaker vs John Cena, WWE WrestleMania 34




Tenía un hype enorme por ver la lucha entre Undertaker y John Cena. Pero, una vez más, Vince ha jugado con mis sentimientos de fanboy. No aprendo nunca.

Hace años que todos queríamos ver una lucha entre Undertaker y John Cena en WrestleMania. Era una de esas combinaciones que, en nuestra mente, se veía como un gran combate. Pero, con el tiempo, pareció difuminarse esa opción.

Como Triple H, pero con un poco menos de poder, Cena ha tenido la ilusión en los últimos años, de tener grandes batallas en WrestleMania. Pero, mientras que Hunter se ha quedado con las luchas frente a Taker, Lesnar, BryanSting, Rousey o los Shields, tras su rivalidad ante The Rock, Cena ha estado en feudos secundarios en el gran evento anual de la empresa. Ya el año pasado, en alguna promo, comentó que, si de él dependiera, lucharía frente a Taker en WrestleMania, pero le tocó la pedida de mano a su novia, aunque aún no se sabe nada de una boda entre ellos.

La lucha entre Undertaker y Cena en WrestleMania, debía hacerse. Pero también debía hacerse la de Taker y Sting, y luego, nada de nada. El año pasado, cuando el Hombre Muerto dejó su sombrero en el ring tras su lucha en WrestleMania frente a Roman Reigns, todos dimos por sentado que esa había sido su última lucha.

Pero, a medida que fueron pasando los meses, iban aumentando las posibilidades de que no fuera así. Si Undertaker se retiraba, algo tenía que decir la empresa al respecto. Y, cuando se anunció la exaltación de Goldberg al Salón de la Fama, también quedó claro que Taker no entraría en él por ahora. 

En 2017, Undertaker luchó dos veces: la primera en Royal Rumble, y la segunda, en el citado main event del mayor evento del año. En la batalla real, le vimos ser eliminado sin poder doblar, ni siquiera, las rodillas. Su estado físico era un desastre. Y, aunque me gustó la historia que contaron Reigns y él en WrestleMania, también en ese evento se denotó que ya no estaba para estos trotes. Undertaker lo sabía, y por eso decidió retirarse, aunque la decisión no era definitiva. Poco después del PPV, se sometió a una cirugía bastante importante. Su mejoría es patente, como hemos visto en su lucha contra Cena, y deja abierta la posibilidad de que participe en más combates este año.

A medida que se iba acercando, de nuevo, la época de WrestleMania, se volvió a especular con una lucha entre John Cena y The Undertaker. Pero no llegamos a estar seguros de si esto pasaría o no hasta que lo vimos con nuestros propios ojos en el evento. Primero, John Cena intentó ganar el Royal Rumble y conseguir una plaza en WrestleMania. Falló, como también falló a la hora de ganar el Elimination Chamber.

Cena dejó claro en televisión que lo que él quería era enfrentarse con el Enterrador, pero que eso era imposible, así que volvería a luchar por una plaza en el PPV en la lucha grupal por el WWE Championship de Fastlane. Volvió a ser derrotado. Así que, como ya no había otra opción, volvió a insistir en el que era su sueño, y el de muchos fans: luchar contra Undertaker en WrestleMania.

El 16 veces campeón realizó varias promos de gran calidad, en las que llamaba a Undertaker cobarde. Le echaba en cara su ego, su egoísmo, su miedo a no ser capaz de luchar bien. Pero este ego aún se podía ver en los vídeos que subía su esposa, Michelle McCool, de los dos entrenando. ¿Qué intentaba demostrar?

Cena llegó a decir que Undertaker no tenía pelotas. Su hermano de la destrucción, Kane, apareció en Raw para defender el honor de Taker, pero fue derrotado por el antiguo rapero, sin que Undertaker hiciera acto de aparición. Finalmente, Cena aceptó acudir al evento como fan, y desde el Kickoff, lo vimos en las gradas, divirtiéndose como el resto de la fanaticada.

Undertaker no aparecía en ninguna pancarta ni poster promocional, hasta la última semana del evento. Entre todas las luchas anunciadas, aparecía una casilla para Taker y Cena, con la pregunta sobre si el primero aceptaría el reto del segundo. En muchas webs se llegó a especular sobre si la lucha se llevaría a cabo al final o no, o si, simplemente, el Enterrador aparecería para aceptar el reto de cara a otro momento.

Pero creo que esa opción no habría sido viable. Si se hubiera especulado con la posibilidad de que Undertaker luchara, y luego no hubiera sido así, el público habría acabado demasiado decepcionado para lo que vendría después en el show, que ya de por sí, fue bastante complicadito desde el punto de vista del control de las emociones de los aficionados. Asimismo, si se hubiera anunciado la lucha, y luego hubiéramos tenido, como así fue, un squash, la gente habría acabado más enfadada aún. Eso explica el extraño trato que se le ha dado a la rivalidad, que, en cualquier caso, nos ha mantenido nerviosos hasta el último minuto.

Aunque los fans que se concentraron en New Orleans disfrutaron con la aparición de Undertaker, yo acabé bastante decepcionado, porque lo que quería, sobre todo, era una gran lucha entre ambos. Como digo, desde el comienzo del espectáculo, Cena estaba en las gradas, viendo las acciones. Pero, en un momento dado, fue avisado por un referee, y salió corriendo para los vestuarios. Había novedades sobre Undertaker. 

Un par de combates después, Cena aparecía, con su equipo de luchador, esperando a su rival. Las luces se apagaron, pero el que apareció fue Elias, cantando y diciendo sus tonterías. Cena lo quitó de en medio con una buena paliza.

Pero, después de eso, más cosas pasaron. Las luces se apagaron, y la gente se puso muy nerviosa. La ropa de Undertaker apareció en el ring, de la misma manera en que la había dejado un año antes. Un rayo cayó sobre el ring, y de nuevo, desapareció la ropa. Undertaker volvía tras el retiro. Sonó el gong. Tenemos lucha.

John Cena vende su miedo y estupefacción todo el tiempo. Lo hace muy bien, y eso justifica, más o menos, su humillante derrota. Aparece Undertaker, de nuevo, con el pelo largo. Su musculatura ha mejorado, y ha perdido volumen en su zona abdominal. Estaba demasiado gordo. Nada más empezar el combate, se lanza como un loco, corriendo mucho. Recordemos que el año pasado apenas podía andar.

Undertaker aplica todos los movimientos que a él le gustan: Flying Clothesline, Old Shool, y su combo de Snake Eyes + Bog Boot + Leg Drop. Es muy importante, porque hace tiempo que no podía aplicar el Snake Eyes correctamente, y el Old School era truncado siempre por sus rivales, quizás, porque no podía hacerlo. Cena intenta un comeback con su "You can't See Me", pero es recibido por un ChokeSlam, seguido de un Tombstone para finalizar la batalla. El gesto de miedo de Cena cuando Undertaker se levanta de su modo tradicional es fantástico.

Pero esto es un Squash. Al terminar, Cole dice que Undertaker vuelve "más fuerte que nunca". Y las cosas no se dicen sin razón. ¿Cuál es el motivo de que la lucha acabara siendo un squash?

Puede ser que, como ya había mucho material para WrestleMania, se decidiera hacer la lucha de esta manera, y guardar el gran combate anual del Enterrador para más adelante. Recordemos que, este año, WWE tiene que llenar un estadio de 60.000 personas en Arabia; y un estadio de 100.000 en Australia. Son dos hitos, y seguro que se necesitará al Enterrador para atraer a los fans. Puede que, teniendo en cuenta que en WrestleMania teníamos el debut de Ronda Rousey, la vuelta de Daniel Bryan, y muchas más cosas, se estimara que WWE se podía ahorrar ese tiempo y el dinero que cuesta un gran combate de Undertaker para más adelante.

También puede ser que se haya fijado esa forma de ganar para demostrar lo fuerte que está Undertaker para el futuro. Yo espero que sólo sea el princio de una rivalidad entre los dos luchadores. Si, finalmente, Undertaker no volviera hasta WrestleMania 35, y no volviera a luchar con Cena, me sentiría muy decepcionado.

Puntuación: *3/4