sábado, 6 de enero de 2018

Tetsuya Naito vs Kazuchika Okada, NJPW Wrestle Kingdom 12




NJPW anunció un doble Main Event para Wrestle Kingdom 12: El Jericho vs Omega por el US Championship; y el Naito vs Okada por el IWGP World Championship. Aunque Jericho, por supuesto, decía que el main event era su pelea, lo cierto es que el último lugar en la cartelera lo ocupó el combate por el título máximo de la compañía.

Tetsuya Naito está subiendo como la espuma, y se ha convertido en el tipo más interesante de la New Japan. Ganó el G1 Climax de 2017, y se ganó esta posición en Wrestle Kingdom. Okada es el gran Super Héroe de esta época, es invencible, y no pierde su correa ni por narices. Y es que, en Japón, alguien a quien se quiere convertir en el Ace de la empresa, debe tener un reinado muy largo, de años. Nos quejamos por lo que hacen en WWE con John Cena o Roman Reigns, pero esto es mucho peor.

Llega la oportunidad de Naito. Esta es la forma de convertirlo en una estrella de manera definitiva: ganarle al campeón mundial en el mayor evento de todos. No había mejor lugar para que eso ocurra. Pero no. Okada vuelve a ganar. Y como parece que el próximo rival de Tetsuya será Jericho, la rivalidad no continuará por ahora. La pregunta es: ¿Contra quién luchará, ahora, Okada? Ya ha podido con todo el mundo.

La lucha entre Naito y Okada es muy buena, como no podía ser de otra manera. Pero también es muy rutinaria, no tiene nada que la haga especial. Uno espera algo distinto para el main event de Wrestle Kingdom, pero este combate bien podría haber estado en la noche 3 del G1 Climax. No hay nada en él que nos informe de que este es el combate más importante del año.

Si algo bueno tiene Tetsuya Naito, es que, cuando encuentra un objetivo durante la lucha, nunca lo olvida, y siempre lo busca. Aplica un Neck Breaker contra las vallas metálicas, y un segundo en ringside. El cuello y la nuca de Okada sufren mucho, y los headlocks de su rival son muy duros. Durante toda la lucha, Tetsuya aplica miles de Neck Breakers.

Pero entre muchas patadas y golpes en cuello y nuca, Okada sale corriendo por ringside, y hunde a Naito con un Big Boot en carrera, impecable. Aplica varios DDTs. Por supuesto, Okada también, durante toda la lucha, utilizará ataques frontales. Se está cuajando un Destino vs RainMaker.

Así, después de muchos golpes de ambos tipos, llegamos a un final en el que los dos finishers se aplican una y otra vez. Cae el primer RainMaker, casi de la nada, pero Naito sobrevive sin muchos problemas. Cuando Okada busca el Tombstone, su oponente escapa, y aplica Destino. Hay una guerra de codazos, y después de una extraña Hurracarrana, Naito busca de nuevo su golpe mortal, pero Okada escapa y conecta RainMaker. No suelta la mano del Ingobernable, aunque están los dos en el suelo. Se levanta, va a por el nuevo Lariato, pero lo que aparece de nuevo es Destino. Okada se salva por milésimas.

La lucha puede ser considerada como una guerra de Big Moves sin cabeza, pero, aunque hay Big Moves, sí que hay cabeza. Toda la rutina se ha escrito buscando esta rivalidad de finishers. Okada conecta el Tombstone, pero una vez más, un Rainmaker es convertido en Destino. Pero el siguiente Destino es convertido en Tombstone, y la lucha es cerrada con un Rainmaker.

Muy buena lucha. La historia es clara y facilona, pero está bien contada.

Puntuación: ****1/4

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