domingo, 3 de abril de 2016

Shinsuke Nakamura vs Sami Zayn, WWE NXT Takeover Dallas



El domingo 3 de abril de 2016, tiene lugar el gran evento del año en el mundo del wrestling, WWE WrestleMania 32. Comentaré todos los combates de esta edición, aunque no es, en absoluto, la más interesante en la historia de la empresa. Entonces, no podré hablar de las luchas de NXT Takeover Dallas, que tuvo lugar dos días antes, también en la ciudad texana. Solo 5 luchas hubo en esa función, en 2 horas y media, lo que significa que se le dio mucho tiempo a las luchas, y eso se nota, porque han tenido un nivel altísimo. Pocos eventos habrá en la historia del wrestling que mantengan una calidad tan alta en todas las luchas.

Antes de empezar con WrestleMania, hay hueco para mirar una de las luchas de Takeover Dallas. Y, obviamente, esa lucha tenía que ser el Nakamura vs Genérico, el enfrentamiento entre dos de los grandes luchadores de la última década, a nivel internacional. Todo el mundo ha disfrutado mucho de esta lucha, y yo también.

El ambiente, para empezar, es fantástico, gritos de "oe oe oe", "yes yes yes", "Nakamura nakamura", "this is awesome", "holyshit", y todo lo que se te pueda ocurrir. Es un enfrentamiento histórico para un fan del wrestling que conozca el puroresu, y la lucha indy, y parece ser que Dallas, en la semana de WrestleMania, está llena de ese tipo de fans.

En este escenario tan ruidoso, entra Nakamura, con toda su forma de actuar, tan especial, que no sabes si tenerle miedo, o reirte de él. Zayn le espera en el ring, con una sonrisa, pero no de sorna, sino de satisfacción por poder enfrentarle. Pronto se le quitará esa sonrisa de la cara.

Eso ocurre cuando comienza a probar las rodillas el rey del strong style. Nakamura le destroza a patadas, a rodillazos. Genérico contraataca con vuelos, pero las patadas del japo duelen mucho, y a Zayn se le hinchan las narices (casi literalmente). Le responde con lo mismo, con patadas y pisotones, y le mete puñetazos en la cara. Parece que esté en una pelea callejera de verdad, busca el hueco para hacerle daño. Increíble que podamos ver este tipo de luchas en WWE.

Los dos luchadores comienzan a darse codazos, al más puro estilo japonés, durante mucho mucho rato. A Nakamura le sangra la nariz. prueba su propia sangre, se enfada, y le da más duro aún al canadiense.

Ahora, Nakamura empieza a darle a Sami en la nuca, donde más duele, y acaba la lucha con una patada en carrera. KO queda Sami, que estará en WrestleMania, así que no necesita una victoria en NXT, porque ya no aparecerá mucho más.

Una lucha increíble, pero no perfecta. He estado dudando si llegar a los 3 cuartos, voy a dejarlo en 4 y medio por ahora.

Puntuación: ****1/2

2 comentarios:

  1. Increíble lucha,***** para mi, esperaba mucho el debut de Nakamura y no decepcionó, de hecho llevo la que para mi es la mejor lucha del año junto a Tanahashi vs Okada en WK10. Incluso Sami llevo cosas nuevas al combate y se mostró un poco mas violento, lo cual se agradece. Quiza la elevada puntuacion se deba a que hace mucho tiempo no veo en verdad una lucha que me tuviera al borde del asiento y que me haga olvidar que todo esta arreglado desde antes, pero esa debe ser uno de los motivos para ver Wrestling supongo, o el mio por lo menos.
    Saludos, buena review nuevamente.

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    1. Jeje, sí, me quedé con las ganas de darle un poco más, pero a las 5 estrellas no llegaría.

      Hay varios elementos que conforman una lucha de 5 estrellas. El parecido con la realidad es uno de los principales, pero no solo eso, porque si quisiéramos ver una lucha real, veríamos luchas reales. Lo interesante del wrestling con respecto a las MMA, igual que lo interesante del cine con respecto a la vida real, es contar una historia de forma deliverada, y consecuente con las premisas prefijadas en el universo en el que se enmarca. En ese sentido, todo debe parecer siempre cierto si el universo es el nuestro, pero no se debe olvidar la historia que se cuenta. En este caso, si que me falta un poco de historia, aunque haberla la hay, y no está mal.

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